Esperamos que disfruten de nuestros textos tanto como nosotros disfrutamos (o nos torturamos) haciéndolos.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Web
P.D.: Siento mi oleada de escritos pastelo-amorosos. Espero que os gusten y os pongan tontinos.
Un abrazo,
Laura
Nariz con nariz
quiero,
Te quiero,
Te quiero…
Mis brazos descansan
En sus hombros
Mis dedos surcan
Su pelo
A veces
Mis manos susurran
Alrededor de
Sus ojos
… Te amo
Sonrío
Escúchame
Que te amo…
Teníamos aplastadas
La punta de la nariz
Nariz con nariz
Apretaba y apretaba
Mis labios contra
Los suyos
Óyeme
Que no puedo vivir sin ti
Mis ojos buscan
A saber qué
Desesperados
En los tuyos
Sonrío
Te abrazo
Te amo.
Laura Díaz-Meco
martes, 21 de diciembre de 2010
Iwasaki
Iwasaki leyó el miedo en nuestros ojos y contestó sonriendo:
- Tranquilos, son sólo cuentos.
Todos nos miramos en absoluto silencio. Nadie se atrevía a decirle que llevaba más de treinta años muerto.
Juan Manuel Díaz Ayuga
domingo, 19 de diciembre de 2010
Tu mirada me habla
tu mirada me cuenta cosas.
Me habla de ti y de mí,
de los dos
del pasado
y del futuro lejano.
Me sonríe por el ahora,
por los pellizcos de mis dedos
en tu mano
por mis palabras
rápidas y apretadas.
Entonces,
es cuando
tus párpados presumen
y pretenden igualarse
a la comisura de mis labios.
Laura Díaz-Meco
domingo, 12 de diciembre de 2010
Roma
"Esto no puede ser bueno para el cuerpo -pensaba- que un día, del disgusto, no lo cuento".
Así que por eso me he hecho el Clint Eastwood saltando desde la puerta trasera del vagón, para caer en un terraplén de cardos y zarzas que me está cosiendo la piel de un picorcillo que vaya tela.
Y ahora que el tren se me resbala de los ojos allá en el horizonte, no puedo dejar de pensar en si realmente habrá llegado al fin a Roma...
Juan Manuel Díaz Ayuga
martes, 7 de diciembre de 2010
Siento todas aquellas batallas
Que te hice perder,
La desgana del día a día,
La ausencia disfrazada de ilusión.
También perdóname por todas
Las palabras que inventé,
Sí, ésas mismas,
que hicieron alargar el dolor.
Todos los esfuerzos cansados,
Las manos lánguidas frente
Al tenso calor contenido...
Pero aún siento más
Mucho más
Aquellos cristales en los que me busqué
Y yo
ya no estaba.
Laura Díaz-Meco
¡Adiós abanico..! ¡Que llegó el aire!
Que me apetece salirme un rato al balcón, que parece que las flores se mueven por el fresco. El camisón se me vuela, la melena me baila.
Y a mí, tonta o afortunada, se me antojan los pulmones, globos, y cada vez que respiro floto por encima de las cabezas de las gentes. Y cuando suspiro puedo llegar a sentarme hasta en una nube…!
Cuando llego tan alto normalmente tomo un té. Cojo la tacita con el dedo índice y el pulgar (meñique levantado) y miro hacia abajo, con arrogancia.
Después, me da por nadar por el aire, a brazas, apartando las estrellas. Cojo una y la pruebo. Mmmm… ¡Sabe a limón!
Laura Díaz-Meco