Que te hice perder,
La desgana del día a día,
La ausencia disfrazada de ilusión.
También perdóname por todas
Las palabras que inventé,
Sí, ésas mismas,
que hicieron alargar el dolor.
Todos los esfuerzos cansados,
Las manos lánguidas frente
Al tenso calor contenido...
Pero aún siento más
Mucho más
Aquellos cristales en los que me busqué
Y yo
ya no estaba.
Laura Díaz-Meco
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