lunes, 6 de mayo de 2013

Recinto Amurallado



Día 3 de febrero
Silencio. El otoño desde aquí parece más vacío de lo habitual. Todo lo llena el aire. Mi ventana de barrotes oxidados pretende hacerme creer que soy libre. El pobre hierro, consumido, juega conmigo, con mi ilusión. Allá se ven los árboles, casi leña, como mis barrotes. Acerco la mano y ahí están, esperando a que un día más vuelvan a hacerlo y se rían de mí en un crujido siniestro.

Día 15 de marzo
El otoño desde aquí parece más vacío de lo habitual: todo lo llena el aire. La pequeña ventana de barrotes oxidados juega conmigo. Le gusta reír y reír en crujidos estrepitosos cuando acerco la mano. Me hace creer que es árbol, leña, hojas.

Día
Y aun parezco como
aquellos locos
que miran al infinito
bañado en el eterno cristal
de la soledad.


Laura Díaz-Meco

No hay comentarios:

Publicar un comentario